viernes, 29 de enero de 2010

El Salvador y Haití, dos de los países más pobres del continente son golpeados en menos de 90 días por terribles catástrofes naturales

En la historia, el estado de emergencia dura un corto plazo, los daños permanecen desapercibidos por décadas.


El 7 y 8 de noviembre del 2009 en El Salvador, llovió la misma cantidad de agua que en el Huracán Mitch en únicamente 4 horas. Causó 10 mil damnificados, destruyendo cerca de 300 casas y dejando en riesgo a más de 3,000 familias salvadoreñas. Dos meses después únicamente han sido construidas 33 viviendas temporales para las familias afectadas por el Huracán Ida.


En Haití, el pasado martes la pobreza decidió salir a la luz de la manera más dolorosa, llevándose consigo vidas humanas. El terremoto solidarizó a países amigos enviando miles de hombres, víveres y ayuda monetaria. Este terremoto nos tiene que hacer reflexionar que antes de la catástrofe, de igual forma, existían personas sin vivienda, sin trabajo, sin oportunidades de salir adelante y que es un problema que requiere un trabajo en conjunto y a largo plazo.


La posibilidad de poder aportar a una solución a un problema que puede salvar vidas, se convierte en una responsabilidad. Los jóvenes latinoamericanos tenemos la posibilidad y por ende la responsabilidad de mantener la emergencia hasta que la última familia damnificada tenga la oportunidad y las herramientas necesarias para salir adelante. En El Salvador, Un Techo para mi País ha decidido no detenerse hasta que la última de las 218 viviendas sea construida en el primer semestre del año, con el compromiso de denunciar que la vulnerabilidad en que viven las personas de los asentamientos más pobres, hace que los estragos sean catastróficos cuando ocurren desastres naturales.


La pobreza es una emergencia permanente que debe ser tratada con prontitud y efectividad haciendo a los pobladores protagonistas de su propio desarrollo.


La institución (UTPMP) es construida y forjada desde la necesidad de las comunidades, hoy por hoy en El Salvador, el atender la emergencia del Huracán Ida, nos hizo construir la misma cantidad de viviendas del 2009 en el primer trimestre de este año, la cantidad de voluntarios permanentes se ha triplicado y la fuerza y los ánimos con que se mueve la institución son enormes. Además, a nivel latinoamericano, las primeras avanzadas en Haití se adelantaron, el equipo de República Dominicana se ha establecido en el país vecino y se realizará una primera construcción (reconstrucción) de 100 viviendas con más de 1,000 voluntarios de toda Latinoamérica en los próximos meses.


Es nuestro compromiso evitar que la emergencia de la pobreza y de las catástrofes naturales no dure 2 semanas. Es nuestro compromiso evitar que la ciudadanía se sienta satisfecha al brindar únicamente ayuda con alimentos y vestido. Es nuestro compromiso trabajar y poner a la luz pública la pobreza y la vulnerabilidad en que viven 200 millones de latinoamericanos.


Gerardo Calderón

Director Social

Un Techo Para Mi País El Salvador


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