La lucha contra la extrema pobreza se traduce a un gran trabajo y esfuerzo por cambiar la estructura del sistema de oportunidades que excluye a los más pobres de acceder a ellas.
Definitivamente es un problema difícil y complejo - si no lo fuera, ya hubiera sido solucionado – y por eso requiere que los mejores profesionales estén aportando a la solución de este gran desafío. Para ello se necesita reconocer la condición de exclusión y pobreza como un tema humano prioritario a resolver y esto depende especialmente del gobierno y de las instituciones educativas (especialmente de las universidades).
No podemos exigir a un joven profesional que se apasione y se entregue a construir un país que ofrezca condiciones de vida digna a todos y todas cuando él no lo considera prioritario o cuando él no se ha dado cuenta que hay más de 2 millones de salvadoreños que viven en pobreza - casi la mitad de la población-.
Pero si podemos exigir a las universidades que la formación que imparten no sea meramente académica sino que contenga una dosis de realidad, podemos exigir que la proyección social de las universidades no se reduzca a cumplir el requisito de las “horas sociales”. En este encuentro con la realidad es donde se genera la empatía necesaria como para identificarse con el más pobre y apasionarse por trabajar de la mano con las comunidades más excluidas para salir adelante.
El “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza” (17 oct.) busca poner sobre la agenda mundial el tema de la pobreza. Solo Latinoamérica hay 200 millones de pobres.
Desde hace 17 años se celebra este día. No esperaría que en los próximos 17 años se siga celebrando este día sino el “Día que se erradicó la pobreza mundial”. No puede pasar ni un día más para que aportemos a esta ambiciosa, noble y humana meta.
En el país el 40% de salvadoreños (2.2 millones) viven en pobreza. ¿Puede el gobierno erradicar la pobreza? ¿Puede una política pública erradicar la exclusión de todas estas personas? ¿Puede una ONG terminar con la pobreza?
No lo sé, pero el esfuerzo coordinado de todos juntos debe ser el primer paso para empezar esta gran cruzada. Los jóvenes voluntarios ponemos toda nuestra convicción, disponibilidad fuerza y energía para contribuir a ello. Empresa y Gobierno crean en nosotros, sueñen como nosotros y compartamos una misma visión de país de manera que actuemos en conjunto con las familias más pobres.
El trabajo para erradicar la pobreza es grandísimo, pero el motivo es mayor.
No hay tiempo para dar un paso para atrás, ni para agarrar impulso.
1 comentario:
Me parece realmente agradable saber que existen organizaciones como un techo acá en nuestro país. Estoy en toda la disposición de colaborarles haciendo un link en mi pagina www.insidiafm.com (radio alternativa), para que puedan darse a conocer y obtener mas apoyo si ustedes lo desean.
Enrique Avila
director general
www.insidiafm.com
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