El día llegó. El día en que doce de veinte familias hicieron suyas las mediaguas que se les construyó en septiembre. Habían esperado mucho tiempo para ver este sueño hecho realidad. Las ocho familias restantes deben aguardar hasta octubre.
El viernes 4 de Septiembre, un grupo de 100 jóvenes voluntarios universitarios llegaron con todas las energías y el deseo de trabajar en esta comunidad.
Andrea Cáceres, encargada de las construcciones de la Comunidad La Asunción, en San Luís Talpa, comentó: "Estábamos muy emocionados por conocer a esas familias, sin embargo, tuvimos que esperar hasta el sábado por la hora a la cual llegamos a la comunidad".
Las construcciones se desarrollaron en un ambiente cálido, alegre y de cooperación entre los beneficiados y los voluntarios, formándose de esta manera lazos amistosos entre ellos.
“Los juegos por cuadrilla de nuestro compañero voluntario, “Memo” fueron lo que más nos alegro a todos. Pero también hubo momentos de reflexión, ya que discutimos acerca de las condiciones de vida de nuestras respectivas familias, compartimos experiencias e intercambiamos ideas acerca de nuestro rol como agentes cambiantes de esta realidad que nos disgusta. La vivencia en esa comunidad, avivó mi espíritu y reafirmo mis deseos de seguir trabajando” Añadió Andrea.
El viernes 4 de Septiembre, un grupo de 100 jóvenes voluntarios universitarios llegaron con todas las energías y el deseo de trabajar en esta comunidad.
Andrea Cáceres, encargada de las construcciones de la Comunidad La Asunción, en San Luís Talpa, comentó: "Estábamos muy emocionados por conocer a esas familias, sin embargo, tuvimos que esperar hasta el sábado por la hora a la cual llegamos a la comunidad".
Las construcciones se desarrollaron en un ambiente cálido, alegre y de cooperación entre los beneficiados y los voluntarios, formándose de esta manera lazos amistosos entre ellos.
“Los juegos por cuadrilla de nuestro compañero voluntario, “Memo” fueron lo que más nos alegro a todos. Pero también hubo momentos de reflexión, ya que discutimos acerca de las condiciones de vida de nuestras respectivas familias, compartimos experiencias e intercambiamos ideas acerca de nuestro rol como agentes cambiantes de esta realidad que nos disgusta. La vivencia en esa comunidad, avivó mi espíritu y reafirmo mis deseos de seguir trabajando” Añadió Andrea.
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