miércoles, 16 de diciembre de 2009

Carta a los Voluntarios 24 horas antes de las Construcciones

Honorables voluntarios,

Muchachos estoy increíblemente orgulloso de ustedes por la manera que han trabajado estos meses, tengan claro que ustedes construyen la institución, ahora el techo se la está jugando con mucha fuerza a nivel nacional y es porque ustedes creen en el proyecto, se están entregando de lleno, jugándoselas todas.

Escribo esta carta como símbolo de emoción y certeza del correcto camino que ha tomado la institución - y que tiene que seguir siempre-. Hace un mes nuestro trabajo se activó repentinamente por los estragos hechos por el Huracán Ida.

Eso activó el deseo genuino de la juventud de ayudar a los más afectados. Desde esa fecha no hemos parado ni un solo día, no porque la Flaca o Shiru o Rocío nos diga, sino porque sabemos que la causa a la cual nos debemos lo vale.

Muchos voluntarios en la oficina, otros fajándose en las cámaras de TV incentivando la donación, voluntarios en la comunidad hablando con la familias de los albergues, otros ordenando asuntos logísticos, llamando como locos a cualquier amigo, vecino o universitario para invitarlo a ser parte de este gran proyecto. Esa energía y entrega que se ha estado viviendo en esos días, sin duda alguna, eso ES el techo. Mucha pasión, acción, muchos voluntarios, mucha cabeza para coordinar inteligentemente, pero sobre todo claridad que en el centro de nuestro trabajo están las familias más desfavorecidas.

Esta es la institución de voluntariado que queremos, en la que los voluntarios se encargan de llevar a cabo una responsabilidad concreta a través de su creatividad, inteligencia, involucrando a más jóvenes y haciendo equipo. Esa es la institución de voluntariado que queremos, la que le da la oportunidad al voluntario de crecer, de decir “soy diferente luego de estar en el techo” y aprender y lograr transmitir lo aprendido a lo largo del tiempo.


Esta es la primera vez en el 2009 que ocurre esto, el compromiso ahora es de nosotros, nunca bajar los brazos y dejar que todo vuelva a la normalidad, porque eso significa que la pobreza se vuelve normal. De nosotros depende mantener la emergencia de la pobreza, que no es producto de una catástrofe natural sino de una catástrofe de injusticias sociales – como lo decían los jefes de campamento - que viene golpeando a los sectores más excluidos desde hace años y que ahora la juventud responsablemente ha decidido hacerse cargo.

Ahora la pelota está de nuestro lado de la cancha, ahora la responsabilidad es nuestra. Estamos en el momento justo para dar un salto grande de profesionalismo en la institución y en la historia de la juventud de El Salvador. Exijamos excelencia y apoyémonos todos como un gran equipo.

No dejemos pasar ni una, digámonos las cosas de manera sincera y con ánimo de marchar para adelante, todos buscamos ir tras un ideal de dignidad y justicia que nos quema y nos hace arder y trabajar a todos por igual. No hay donde perderse.

A menos de 24 horas que comiencen las construcciones, les invito a que sean las mejores construcciones de la historia de Un Techo para mi País El Salvador y que nuestro trabajo y profesionalismo en las construcciones marque precedente para todo el 2010.

¿Qué les parece?

¿Vamos a hacerlo o no Vamos a hacerlo?


Gerardo Calderón
Director Social
Un Techo para mi País El Salvador

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